Bajo un cielo por momentos brillante y por momentos plomizo, redescubrí la ciudad turística por excelencia en Colombia: Cartagena de Indias.
Una ciudad a la vez hermosa y dura, donde la opulencia más grande convive con la pobreza más abyecta desde los tiempos de la Colonia; y que ni siquiera el cambio de siglo ha podido obligar a adelantar.
A continuación, un paseo por su arquitectura, sus mañanas y sus atardeceres: