Con esta frase estoy parafraseando a mi hermano. Profirió la original (“¿Aquí dónde sacrifican a los internos?”) después de un día en el que uno de los Internos se superara a sí mismo…en torpeza; con los demás médicos y con los pacientes. Un peligro completo, concluyó mi hermano, después de comentarme sus andanzas.
Hoy me pregunto lo mismo. Acabo de salir de una Junta. Hubo algunos vientos cruzados, y llegamos a la conclusión de revisar de nuevo las variables de un proyecto que estamos implementando. Hasta ahí, nada escandaloso. Después de la reunión, sin embargo, es que me empezaron a contar historias de asesores. Éstas vienen siendo mis nuevas historias de terror.
Sin demeritar a todos aquellos que cumplen con sus funciones (y que, gracias a Dios, son muchos), me han hablado de gente que incurrió en sobrecostos de impuestos por valor del 100% de la obligación a pagar. Gente que asesora empresas valoradas en miles de millones de pesos, con márgenes operacionales más que saludables, que no obstante presentan pérdidas. Mismas que ocultan a los Bancos, con desmedro de la caja de la compañía; que se resiente y dificulta la operación a corto y mediano plazo…y la reputación y relación con los bancos de las empresas, a largo plazo. Mismas que, en fin, tienen pensado acogerse a leyes de bancarrota.
¿Qué pasa con esa gente? ¿Por qué nadie la para? Y sobre todo, ¿dónde está el criterio de los Gerentes, que deben estar pendientes de su negocio y, sobre todo, ser asertivos y muy aterrizados en la toma sus decisiones; pues de ellas depende la sostenibilidad de la empresa a futuro?
Un Gerente no es sólo aquel que firma; o que contrata asesores (unos más caros que otros) o que está sentado en una oficina bonita. Un Gerente es aquel que escucha las diferentes propuestas, determina y presenta los riesgos que ellas conllevan frente al entorno de la compañía; y si es del caso, las presenta a la Junta de una manera juiciosa y ponderada que busca llegar a una decisión, con la que se compromete. Para eso estudia. Para eso le pagan.
¿Dónde, por amor de Dios, es que se sacrifica a los malos asesores…y Gerentes?